Se trata de un hospital comarcal construido en los años 80 situado en una parcela en la periferia de la ciudad, para una capacidad de hospitalización de 120 camas.
La obra ejecutada viene a paliar el déficit de espacio que tienen las áreas de Diagnóstico y Tratamiento, así́ como a resolver adecuadamente la necesaria independencia de circulaciones y desacertada relación entre algunas áreas.
La decisión esencial del proyecto es concentrar todo el grueso del programa de ampliación en un nuevo cuerpo edificado sobre el actual aparcamiento encajado en el ángulo cóncavo de la L que forma el edificio actual compactando así el volumen resultante.
El nuevo bloque de dos plantas se sitúa sobre una excavación diáfana para recuperar el espacio del aparcamiento.
En planta semisótano se organizan en peine el área de Rehabilitacion, Esterilización (bajo el área quirúrgica), Farmacia y Laboratorios, todos ellas con acceso desde la calle interior lateral dada la topografía del terreno.
En la planta baja, a nivel de la cota de acceso del hospital, se concentra el bloque de intervencion Quirúrgico, Obstétrico y C.M.A. por un lado y la U.E. por otro, formando una unidad con unos requerimientos técnicos y de instalaciones autónomas que requieren un espacio importante en cubierta.
La cubierta se aprovecha para situar la Residencia de medicos y, volada sobre las instalaciones, la plataforma del Helipuerto.
El conjunto, una vez que se reformen interiormente las áreas que ahora quedan libres por la ampliación, permitirá la diferenciación clara de las circulaciones exteriores (ambulatorias y de hospitalización) de las interiores (personal, encamados y servicios): una pasarela en el lado opuesto al acceso principal que une el nuevo vestí́bulo de consultas externas con el acceso de pacientes a Radiología y al Hospital de día, complementa el acceso a Hospitalización a través del vestí́bulo principal en el mismo frente que el de Urgencias.
Se ha optado por mantener las soluciones constructivas y tectónicas del edificio actual con el fin de que las ampliaciones perimetrales casi lleguen a confundirse con la presencia del mismo, excepto por las rasgaduras horizontales que sugieren la novedad de la intervención. Esta solución a parte de ser más económica, consigue que el conjunto tenga un carácter unitario, evitando una imagen de contraste que no admite la escala de ambas partes.
La solución constructiva resultante es de gran claridad espacial, de gran solidez de cara al uso y mantenimiento y transmite una imagen de asepsia, confortable y de calidad arquitectónica muy adecuada para un espacio público de estas características. Esta continuidad se produce a su vez debido a la forma de proyectar el espacio a modo de cajas dentro cajas, donde los lí́mites de cada unidad quedan claramente definidos y jerarquizados en el conjunto global.
El resultado final es una planta rectangular maciza que incluye tanto el edificio antiguo como el nuevo horadada por patios transversales y una serie de edificaciones perimetrales que van completando la planta según la geometría perimetral de la parcela.