Se trata de un solar producto de la demolición de una vivienda unifamiliar en el primer Ensanche de la ciudad de Albacete. El medio urbano donde «se excava»este edificio era un ensanche conformado por viviendas unifamiliares de dos plantas que ha sufrido la sustitución sistemática por bloques de viviendas de tres, cinco y hasta ocho plantas al amparo de sucesivos planes generales que ha tenido la ciudad, conservando la anchura de las calles y con una ordenanza que permitía la construcción de 16 metros de fondo dejando el resto como patio de manzana ocupados en planta baja.
Este modelo especulativo de sustitución del suelo urbano ha provocado una asfixia de la trama agudizado por el cambio del modelo de arquitectura continua de «maestro de obras» por las más recientes de promotor/constructor que van del estilo «moderno» más homogéneo a los últimos «revival» posmodernos difícilmente catalogables.
En estas circunstancias el edificio se esfuerza por «hacerse un sitio«, entibando virtualmente las medianerías y el plano del suelo mediante dos muros y un zócalo de hormigón que abren el espacio disponible, regularizan las distintas alturas colindantes: baja más cuatro y baja más dos lo que permite situar «ahora sí́» un cubo leve, sin atributos ornamentales, aislado de la algarabía formal de la calle.
El núcleo de la escalera, en el centro, discurre en vertical a lo largo de un patio rematado con un lucernario buscando la máxima iluminación de los espacios interiores de las viviendas y del acceso. Esta disposición posibilita una lectura unitaria de la sección como apilamiento de distintas plantas con usos diversos.
La geometrí́a y cerramientos del edificio tratan de conseguir que los espacios interiores queden suficientemente aislados de la calle (de solo 10 metros de anchura), asegurando la intimidad y la máxima entrada de luz mediante una doble fachada con carpinterí́a de paños integrales de vidrio, persianilla incorporada en el interior y celosí́as verticales exteriores graduables.
Se ha aprovechado la oportunidad, al ser una obra de autopromoción, para entrar a fondo en la construcción de la arquitectura interior: tanto la planta baja para Estudio de Arquitectura como el dúplex de la planta 3 para Casa propia: basalto, aluminio y formica en el estudio y madero de haya y lacados en la casa buscando la continuidad de los tratamientos y la precisión de los detalles para conformar espacios terminados.