El solar por su tamaño, orientación, soleamiento y un ecosistema formado por un terreno de material arcilloso ocupado en gran parte por una pinada reciente y algunas masas arboladas de más de cincuenta años de presencia muy caracterí́stica y potente, permite acoger de forma espontánea unos pabellones dispersos en donde la educación se desarrolle muy ligada a la naturaleza.
Esta oportunidad es aquí́ casi un imperativo: mantener en lo posible el sustrato y las condiciones naturales del solar y por ello proponemos implantar una construcción no agresiva: una cimentación superficial mediante vigas de gran canto prefabricadas que transmiten las cargas al sustrato resistente mediante pozos controlados que salpican a modo de trama el terreno sin afectar a las raí́ces de la masa arbórea.
Sobre este entramado resistente situar un forjado separado del suelo y levantado cincuenta centí́metros como una gran plataforma exenta, aislada como un forjado sanitario ventilado por donde han de discurrir las instalaciones de saneamiento, fontanerí́a y calefacción. Esta plataforma que ocupa toda la intervención se esponja, y aligera haciéndose permeable en los patios y dejando pasar los troncos de los pinos existentes, favoreciendo tanto la ventilación como la interacción con el medio natural y se relaciona con el nivel del terreno, en la entrada principal y en los patios de juego mediante rampas dispuestas estratégicamente.
Sobre esta plataforma se desarrolla todo el programa educativo mediante cajas que van conformando los diferentes usos y pautando el espacio que han de servir a su vez de sistema estructural de sujeción de la cubierta.
Finalmente el programa específico de aulas se desarrolla en dos pastillas paralelas que emergen de la cubierta del conjunto.
El resultado final es la conformación de una bandeja horizontal que se adapta al solar y al programa, regateando a veces e integrando otras las masas de pinos. Los lí́mites fí́sicos de esta construcción extensa serán cerrados con un perímetro de tapial de hormigón blanco, limitando un espacio interior introvertido, esponjado por patios solamente abierto a los campos de juego y las pistas deportivas a través de un gran porche al sureste.
Sobre este perí́metro de tapias emergen los dos bloques de las aulas buscando el máximo soleamiento orientados al sur y el volumen del pabellón polideportivo. Tanto estas emergencias como las excavaciones de los patios consiguen la máxima iluminación de todas y cada unas de las dependencias de este programa y aun más una interrelación espacial que provoca un continuo sensorial que da sentido al concepto: espacio de relación = espacio de conocimiento y educación, atribuyendo aquí a la arquitectura un valor claramente educativo, mas allá de lo puramente funcional.
La disposición del edificio y la conformación arquitectónica son el primer y necesario aval para conseguir el ahorro energético y la sostenibilidad requeridas en el concurso: la orientación óptima, las protecciones solares de doble capa, los patios, las masa arbóreas que aseguran un microclima óptimo, etc., aspectos estos que el oficio de la arquitectura ha procurado siempre.