La gran extensión del terreno disponible, su situación en un área programada de edificación aislada de carácter público en un polí́gono al este de Toledo y su ubicación como remate de una avenida de nueva planta, suponen el punto de partida de las dos piezas que caracterizan el proyecto: agrupar todo el programa funcional sistemático en un gran contenedor horizontal que se extiende en dos plantas a lo largo y ancho de gran parte de la parcela y contraponer un vestí́bulo vertical hueco perpendicular a la avenida que se adelanta hasta su punto de inflexión marcando un hito urbano que asume el carácter institucional del edificio.
La ocupación interior del contenedor se consigue perforándolo con una sucesión de patios arbolados a los que vuelcan los espacios de trabajo en planta baja y los despachos en planta primera en un continuo espacial interior-exterior bañado por la luz matizada y la densidad cambiante de la vegetación.
La distribución funcional propuesta refleja el carácter sistemático del programa planteado en las bases del concurso, programa que una vez revisado se adaptara modificando el tamaño y situación de los patios dentro del orden de peine que permite subdividir el conjunto en consejerí́as con acceso desde el vestí́bulo longitudinal a modo de pentagrama pautado compuesto con los vací́os de los patios.
Al otro lado del vestí́bulo se sitúan los elementos más heterogéneos del programa: cafeterí́a y comedor en planta baja dando a un pequeño parque dentro de la parcela, al que también se abre el vestí́bulo y volado sobre este tres plantas sucesivas las salas de juntas, los altos cargos y el consejero y su gabinete en la última planta.