El edificio se resuelve mediante un prisma de 162 metros x 45 de planta y 8’5 metros de altura volado sobre un vacío excavado entre el polígono industrial y el gran parque urbano de acceso.
En el interior, el plano del suelo se hunde en rampa hasta la cota -4’00 en el volumen de los dos auditorios de modo que el acceso es directo a partir de un plano general que junto con las bandejas laterales a media altura permiten obtener la superficie necesaria para albergar el resto del programa: cafeterí́a en planta baja, comedor, y salas multiusos.
Incrustado en este gran volumen emerge la caja de la sala grande suspendida a 2’50 metros del plano del suelo para facilitar la transparencia interior y su iluminación natural así como la lectura continua del espacio y su autopromoción.
Las dos caras del prisma quedan abiertas en toda su altura para conseguir la adecuada iluminación interior (45 metros de fondo) a través de una terraza exterior longitudinal y una banda de partesoles que conforman la fachada a modo de colchón climático adecuado en ambas orientaciones.